La verticalidad de este par de torres presenta varias ventajas: el aprovechamiento de la luz y el aire, el valor agregado de sus vistas a las áreas forestales principales de la ciudad, como son Country Club GDL y El Bosque Los Colomos, y la facilidad con la que su estructura se traduce en dinamismo.

A partir del octavo piso, ambos edificios se unen en una intersección de concreto que también se traduce en un puente para los habitantes que quieran pasar de una a otra, y en ese mismo nivel se encuentran la alberca, áreas comunes, terraza y amenidades que, igual que las fachadas orientadas al norte y sur, se benefician de una topografía irregular y verdes vistas.

Proyecto:
Arq. Alberto Tacher
Arq. Oscar Cánovas
Arq. Eric Solis

Director de proyecto:
Arq. Patricio Pérez

Equipo de proyecto:
Arq. Fernando Basurto
Arq. Myra Cortés
Arq. Jessica Lau
Arq. Erica Coral
Arq. Pedro Casillas
Arq. Ana Paula González Luna